El proceso de restauración de concreto que llevamos a cabo se basa en una serie de etapas meticulosas y especializadas. Inicialmente, empleamos discos de metal diamantados para desbastar y nivelar la superficie del piso, eliminando imperfecciones y reviviendo su aspecto original. Posteriormente, comenzamos el proceso de diamantado utilizando discos de resina en un rango que abarca desde el #50 hasta el #3000, lo que resulta en un acabado notablemente refinado y pulido.
Una vez que la superficie del piso ha sido completamente limpiada y preparada, aplicamos un endurecedor que penetra y sella todas las superficies del concreto, garantizando una mayor resistencia y durabilidad. Después de esta aplicación, permitimos un período de secado de 24 horas para asegurarnos de que el endurecedor cumpla su función de manera óptima.
Una vez que el endurecedor se ha secado completamente, procedemos con la última fase de diamantado utilizando discos de resina en seco que abarcan desde el #50 hasta el buff. Este proceso finaliza el trabajo de restauración y da como resultado un piso de concreto que luce impresionante y cumple con las expectativas más altas en términos de calidad y apariencia.